FINAL DE JUEGO PARA LAS ADICCIONES, LA OBESIDAD Y LA
DEPRESIÓN
Marcelo (nombre supuesto o no) tenía una lucidez pavorosa. Y algo
perversa. Nacido en Buenos Aires, cuando fue capturado por enésima vez portando
drogas se declaró loco y en lugar de ir a CE.NA.RE.SO[1]
(Centro Nacional de Reeducación Social, organismo de rehabilitación de drogadictos
creado en Argentina en 1973)
fue a parar al Hospital psiquiátrico público de pomposo nombre: 'Hospital
Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda'.
No era ningún tonto; en el Borda podía recibir a sus amigos que no
olvidaban llevarle "la merca". A él, le bastaba simular que tomaba
las pastillitas que le daban los enfermeros y luego, paseaba todo el día por
las instalaciones –deprimentes- del hospital, fumando sus
porros de marihuana y consumiendo cocaína.
Cierta vez un canal de TV lo entrevistó para un reporte sobre la adicción de los jóvenes (los adultos no poseen adicciones, apenas hábitos) a las drogas. Fue cuando la periodista, torpemente, le preguntó (transcribo textual):
Interior del Hospital Borda. Foto: institucional
Ingreso del Hospital Borda. Foto: Institucional
Cierta vez un canal de TV lo entrevistó para un reporte sobre la adicción de los jóvenes (los adultos no poseen adicciones, apenas hábitos) a las drogas. Fue cuando la periodista, torpemente, le preguntó (transcribo textual):
- Contanos cómo fue que caíste en el oscuro pozo de la droga…
A lo que Marcelo respondió
- ¿Cuál oscuro pozo? ¡Si es lindo! ¿O por qué pensás que tanta gente se
droga? ¡Porque es lindo!
Seguramente Marcelo tenía razón. O al menos parte de razón. Algo debe
haber en la marihuana o en la cocaína para que tanta gente la consuma. Lo mismo
que para un obeso, algo deben tener los ravioles y el chocolate para no poder
resistir la tentación de comer sin parar.
¿Es esto adicción?
Según la enciclopedia en línea Wikipedia, "En la actualidad se
acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de
controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de
vida, como por ejemplo puede existir, adicción al sexo, al juego (ludopatía), a
la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), etc.
"En el mismo plano de las adicciones, se encuentra el alcoholismo,
farmacodependencia y adicción a las sustancias psicoactivas, que es un estado
psicofísiológico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco
o sustancia, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de
un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia, no obstante esta es
la definición puramente bioquímica".
Bien, para todos ellos, salir de la adicción suponía dos modalidades:
una disminución gradual y a plazos de la sustancia, actividad o proceso al cual
se es adicto, combinado con una sustitución menos perjudicial o más beneficiosa,
que llene el vacío dejado por la adicción.
La otra modalidad fue popularizada con el término "could
turkey" o "pavo frío"; que significaba el corte radical con la
substancia o actividad a partir de la abstinencia absoluta, soportando el
llamado "síndrome de abstinencia". Otras más sofisticadas son la hipnosis
y los métodos de psicoterapia.
Lo que es casi seguro, es que Marcelo y cualquier obeso, estarían mucho
más satisfechos con la reciente solución israelí para estos casos: el llamado
"Deep TMS" (transcranial magnetic stimulation, por sus siglas en
inglés o estimulación magnética transcraneal).
Deep TMS es una tecnología desarrollada en el Instituto Weizman y
actualmente comercializada por BRAINSWAY.
¿En qué consiste? Se trata de un estímulo electromagnético profundo y no
invasivo (sin implantación y sin dolor, como el antiguo y denostado 'choque
eléctrico' o 'electroshock') que alivia las condiciones de la adicción. Y de
paso, también la depresión, el autismo y otros.
Deep TMS Blues
El dispositivo consta de una bobina conectada a un casco. La persona
tratada se sienta en una silla o sofá, mientras que el casco actúa durante unos
15 minutos. El paciente puede escuchar pequeños ruidos, similar a un golpe en
la puerta, durante la experiencia. De este modo, es posible determinar qué
partes del cerebro se estimula y con qué intensidad. Se puede activar en
diferentes frecuencias y patrones.
"Es una forma artificial
de hacer cambios en el cerebro", dice el Dr. Abraham Zangen, director del proyecto.
Para tratar la depresión, la persona tal vez necesite, durante un primer
período, acudir a la clínica todos los días. En los ensayos clínicos, los
pacientes que participaron comenzaron a experimentar los efectos benéficos tras
dos o tres semanas. Posteriormente fueron necesarios "tratamientos de
mantenimiento", durante cierto tiempo.
Para quienes entiendan inglés, esta es una de las historias presentadas por la compañía Brainsway. A falta de denuncia en contra, la hemos subido:
Para quienes entiendan inglés, esta es una de las historias presentadas por la compañía Brainsway. A falta de denuncia en contra, la hemos subido:
Estos ensayos clínicos se llevaron a cabo en 22 centros de Europa, Estados
Unidos, Canadá e Israel, además de la Universidad de Harvard y de Columbia. La terapia
no presentó efectos secundarios.
"El mapa de la corteza de nuestro cerebro ya es bien conocido y
la estimulación electromagnética de áreas específicas del cerebro es una tarea
relativamente fácil. Nosotros desarrollamos la capacidad de llegar con mayor
profundidad a las regiones relevantes del cerebro en el tratamiento
psiquiátrico", dice el Dr. Zangen.
En el siguiente video, se recrea la actividad magnética en el cerebro.
En el siguiente video, se recrea la actividad magnética en el cerebro.
Un campo magnético en tu cerebro
La estimulación magnética transcraneal (TMS) es una técnica no invasiva (es decir, que no está implantada en el organismo, sino que es exterior a él) utilizada para aplicar breves pulsos magnéticos en el cerebro. Los pulsos son
administrados por las altas corrientes que pasan a través de una bobina
electromagnética colocada en el cuero cabelludo de un paciente.
Este video promocional, quiere mostrarnos cómo, gracias al Deep TMS, las personas segregadas (o auto-segregadas) por depresión, obesidad, autismo u otras afecciones, se reintegran a la vida social. ¿Se reintegran? ¿Es correcto este concepto? ¿O deberíamos decir, "vuelven a participar" de actividades socialmente aceptadas? Observemos y configure Ud., amigo visitante, su propia opinión:
Este video promocional, quiere mostrarnos cómo, gracias al Deep TMS, las personas segregadas (o auto-segregadas) por depresión, obesidad, autismo u otras afecciones, se reintegran a la vida social. ¿Se reintegran? ¿Es correcto este concepto? ¿O deberíamos decir, "vuelven a participar" de actividades socialmente aceptadas? Observemos y configure Ud., amigo visitante, su propia opinión:
Estos pulsos graficados con ondas azuladas, son los pulsos que inducen un campo eléctrico en el tejido cerebral
subyacente. Cuando el campo inducido está por encima de cierto umbral, es orientado
adecuadamente activando las neuronas relevantes en la estructura cerebral.
Dicho en fácil: la estimulación magnética vendría a ser como un masaje oriental
en la región precisa del cerebro. Cuando el cerebro ordena al cuerpecito un
poquito más de… cocaína… ravioles… o lo que fuere, el masaje cerebral producido
por los pulsos magnéticos, descontractura la fuerza de la demanda y la supuesta
necesidad se desvanece.
Sin embargo parece que existen bobinas TMS standard, algo así como una
generación anterior (sin upgrade, ¿vió?) que no llegaba específicamente a la
región cerebral adecuada.
Bien, parece que estas TMS standard, son eso: "estándar",
comunes y corrientes; nada superlativas y por lo tanto, limitadas, como
cualquier futbolista mortal comparado con Messi o Maradona (antes de la adicción).
¿Por qué? Porque están limitadas a la activación de regiones corticales, pero sólo hasta una profundidad de unos 1,5 cm. Por lo tanto, en el tratamiento de la depresión, por ejemplo, con un sistema TMS estándar, el sistema límbico, que está relacionado con la regulación del estado de ánimo y por lo general a más de 1,5 cm, es sólo indirectamente afectado a través de los procesos secundarios que no son del todo efectivos.
¿Por qué? Porque están limitadas a la activación de regiones corticales, pero sólo hasta una profundidad de unos 1,5 cm. Por lo tanto, en el tratamiento de la depresión, por ejemplo, con un sistema TMS estándar, el sistema límbico, que está relacionado con la regulación del estado de ánimo y por lo general a más de 1,5 cm, es sólo indirectamente afectado a través de los procesos secundarios que no son del todo efectivos.
Aplicaciones Potenciales de Deep TMS
La tecnología de Deep TMS, permite la excitación o inhibición de
prácticamente cualquier estructura cerebral, en una región profunda o cortical.
Por lo tanto, una amplia gama de trastornos cerebrales pueden, potencialmente, ser
tratados con esta técnica no invasiva.
En principio, cualquier trastorno cerebral asociado con una actividad
patológica de un sitio específico del cerebro, puede ser tratado con la
estimulación repetida del Deep TMS, aprovechando la plasticidad cerebral.
Cierto, esto nos trae a la memoria aquella escena descollante del film
"Hombre mirando al Sudeste" (Eliseo Subiela, 1986, Argentina), donde
el protagonista[2], que
aseguraba ser enviado de otro planeta para estudiar 'la estupidez humana', ya en
el laboratorio del psiquiatra[3],
en el Hospital (otra vez el Hospital Borda, de Buenos Aires) y
frente a un cerebro, lo deshace con los dedos al tiempo que pregunta al
psiquiatra –aficionado al saxo, que no es sexo aunque en el film sí lo es-: "¿Dónde está aquí (en el cerebro) esa tarde dónde
sintió por primera vez el amor de una mujer, Doctor?". La escena es
fuerte:
Dejando de lado, aunque no del todo, las brillantes críticas de este film amparado en las críticas no menos certeras y brillantes de la anti-psiquiatría[4] en lo referido a enfermedades o problemas específicos de su campo, tales como la bi-polaridad o la esquizofrenia, veamos que dicen los científicos del Weizman y de BRAISNWAY.
Las aplicaciones de su dispositivo podrían, según refieren, mejorar una
amplia lista de problemas:
- Depresión grave
- Desorden Bi-Polar
- Obesidad
- Adicciones a drogas
- Parkinson
- Altzheimer
- Estrés pos-traumático -típico de las guerras- (PTSD)
- Déficit de atención
- Desórdenes de alimentación
- Epilepsia
- Migraña
- Autismo
- Esclerosis múltiple
Si bien Deep TMS se encuentra a la espera de la aprobación final del Food
& Drug Administration (FDA) de EEUU, ya ha firmado un acuerdo de
distribución en Chile, nada menos que el 1° de enero de este 2012.
No obstante, en ninguno de los artículos que dan cuenta de la información sobre el acuerdo, cuyo origen es Globes Israeli's Bussines Arena, se consigna la empresa chilena adquiriente y solo se acota que posee una "tremenda experiencia en negocios de psiquiatría y farmacia y un extenso conocimiento en TMS".
No obstante, en ninguno de los artículos que dan cuenta de la información sobre el acuerdo, cuyo origen es Globes Israeli's Bussines Arena, se consigna la empresa chilena adquiriente y solo se acota que posee una "tremenda experiencia en negocios de psiquiatría y farmacia y un extenso conocimiento en TMS".
Los ensayos clínicos están casi finalizados. Cuando Depp TMS reciba su "certificado
de nacimiento" por parte de la FDA, en ese mismo instante Marcelo habrá tenido razón: la
droga no era un pozo oscuro sino, algo que de tan lindo te atrapa para toda la
vida; al tiempo que, claro, te va destruyendo y los ravioles y el chocolate son irresistibles. Pero su inocencia será premiada.
Y tendrá una solución.
Solo resta saber qué dirían los masters de la antipsiquiatría como Ronald Laing,
su compinche David Cooper y los no menos compinches GillesDeleuze y Felix Guattari. Pero
me temo que esto nunca lo sabremos.
Fuentes:
Website Brainsway
Waizman Institute
La historia de 'Marcelo' sucedió mientras fui su
acompañante terapéutico en el Hospital Borda, hacia 1986.
Las otras fuentes están consignadas.
2 comentarios:
uuuuuuuuu bueniiisimo!!!
Je suis impressionné! Blog très instructif sur cienciapuente21.blogspot.ru mon ami. Je voulais juste commenter et dire maintenir la qualité du travail.
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