3 ene 2012

ADICCIONES Y DEPRESIONES ¿GAME OVER?

Hasta aquí, toda adicción y depresión, anti-sociales según códigos penales, sociales y/o psiquiátricos, solo conocían soluciones dolorosas para los padecientes. Y distintos grados de discriminación social, familiar, cultural y laboral. Una tecnología desarrollada por el Instituto Weizman, podría modificar estos enfoques. Israel ciencia & tecnología explica cómo y por qué.

FINAL DE JUEGO PARA LAS ADICCIONES, LA OBESIDAD Y LA DEPRESIÓN

Marcelo (nombre supuesto o no) tenía una lucidez pavorosa. Y algo perversa. Nacido en Buenos Aires, cuando fue capturado por enésima vez portando drogas se declaró loco y en lugar de ir a CE.NA.RE.SO[1] (Centro Nacional de Reeducación Social, organismo de rehabilitación de drogadictos creado en Argentina en 1973) fue a parar al Hospital psiquiátrico público de pomposo nombre: 'Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda'.

No era ningún tonto; en el Borda podía recibir a sus amigos que no olvidaban llevarle "la merca". A él, le bastaba simular que tomaba las pastillitas que le daban los enfermeros y luego, paseaba todo el día por las instalaciones –deprimentes- del hospital, fumando sus porros de marihuana y consumiendo cocaína. 


Interior del Hospital Borda. Foto: institucional

Ingreso del Hospital Borda. Foto: Institucional


Cierta vez un canal de TV lo entrevistó para un reporte sobre la adicción de los jóvenes (los adultos no poseen adicciones, apenas hábitos) a las drogas. Fue cuando la periodista, torpemente, le preguntó (transcribo textual):

- Contanos cómo fue que caíste en el oscuro pozo de la droga…

A lo que Marcelo respondió
- ¿Cuál oscuro pozo? ¡Si es lindo! ¿O por qué pensás que tanta gente se droga? ¡Porque es lindo!

Seguramente Marcelo tenía razón. O al menos parte de razón. Algo debe haber en la marihuana o en la cocaína para que tanta gente la consuma. Lo mismo que para un obeso, algo deben tener los ravioles y el chocolate para no poder resistir la tentación de comer sin parar.

¿Es esto adicción?

Según la enciclopedia en línea Wikipedia, "En la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir, adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), etc.
"En el mismo plano de las adicciones, se encuentra el alcoholismo, farmacodependencia y adicción a las sustancias psicoactivas, que es un estado psicofísiológico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco o sustancia, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia, no obstante esta es la definición puramente bioquímica".

Bien, para todos ellos, salir de la adicción suponía dos modalidades: una disminución gradual y a plazos de la sustancia, actividad o proceso al cual se es adicto, combinado con una sustitución menos perjudicial o más beneficiosa, que llene el vacío dejado por la adicción.

La otra modalidad fue popularizada con el término "could turkey" o "pavo frío"; que significaba el corte radical con la substancia o actividad a partir de la abstinencia absoluta, soportando el llamado "síndrome de abstinencia". Otras más sofisticadas son la hipnosis y los métodos de psicoterapia.

Lo que es casi seguro, es que Marcelo y cualquier obeso, estarían mucho más satisfechos con la reciente solución israelí para estos casos: el llamado "Deep TMS" (transcranial magnetic stimulation, por sus siglas en inglés o estimulación magnética transcraneal).
Deep TMS es una tecnología desarrollada en el Instituto Weizman y actualmente comercializada por BRAINSWAY.

¿En qué consiste? Se trata de un estímulo electromagnético profundo y no invasivo (sin implantación y sin dolor, como el antiguo y denostado 'choque eléctrico' o 'electroshock') que alivia las condiciones de la adicción. Y de paso, también la depresión, el autismo y otros.

Deep TMS Blues
El dispositivo consta de una bobina conectada a un casco. La persona tratada se sienta en una silla o sofá, mientras que el casco actúa durante unos 15 minutos. El paciente puede escuchar pequeños ruidos, similar a un golpe en la puerta, durante la experiencia. De este modo, es posible determinar qué partes del cerebro se estimula y con qué intensidad. Se puede activar en diferentes frecuencias y patrones.

Imagen del dispositivo diseñado por Brainsway. Imagen: website de Brainsway

"Es una forma artificial de hacer cambios en el cerebro", dice el Dr. Abraham Zangen, director del proyecto.

Dr. Abraham Zangen. Foto: institucional I. Weizman


Para tratar la depresión, la persona tal vez necesite, durante un primer período, acudir a la clínica todos los días. En los ensayos clínicos, los pacientes que participaron comenzaron a experimentar los efectos benéficos tras dos o tres semanas. Posteriormente fueron necesarios "tratamientos de mantenimiento", durante cierto tiempo.


Para quienes entiendan inglés, esta es una de las historias presentadas por la compañía Brainsway. A falta de denuncia en contra, la hemos subido:


Estos ensayos clínicos se llevaron a cabo en 22 centros de Europa, Estados Unidos, Canadá e Israel, además de la Universidad de Harvard y de Columbia. La terapia no presentó efectos secundarios.

"El mapa de la corteza de nuestro cerebro ya es bien conocido y la estimulación electromagnética de áreas específicas del cerebro es una tarea relativamente fácil. Nosotros desarrollamos la capacidad de llegar con mayor profundidad a las regiones relevantes del cerebro en el tratamiento psiquiátrico", dice el Dr. Zangen.


En el siguiente video, se recrea la actividad magnética en el cerebro. 


Un campo magnético en tu cerebro
La estimulación magnética transcraneal (TMS) es una técnica no invasiva (es decir, que no está implantada en el organismo, sino que es exterior a él) utilizada para aplicar breves pulsos magnéticos en el cerebro. Los pulsos son administrados por las altas corrientes que pasan a través de una bobina electromagnética colocada en el cuero cabelludo de un paciente.


Este video promocional, quiere mostrarnos cómo, gracias al Deep TMS, las personas segregadas (o auto-segregadas) por depresión, obesidad, autismo u otras afecciones, se reintegran a la vida social. ¿Se reintegran? ¿Es correcto este concepto? ¿O deberíamos decir, "vuelven a participar" de actividades socialmente aceptadas? Observemos y configure Ud., amigo visitante, su propia opinión:


Estos pulsos graficados con ondas azuladas, son los pulsos que inducen un campo eléctrico en el tejido cerebral subyacente. Cuando el campo inducido está por encima de cierto umbral, es orientado adecuadamente activando las neuronas relevantes en la estructura cerebral.

Dicho en fácil: la estimulación magnética vendría a ser como un masaje oriental en la región precisa del cerebro. Cuando el cerebro ordena al cuerpecito un poquito más de… cocaína… ravioles… o lo que fuere, el masaje cerebral producido por los pulsos magnéticos, descontractura la fuerza de la demanda y la supuesta necesidad se desvanece.

Principio general del dispositivo "Deep TMS". Ilustración: website Brainsway.

Sin embargo parece que existen bobinas TMS standard, algo así como una generación anterior (sin upgrade, ¿vió?) que no llegaba específicamente a la región cerebral adecuada.

Bien, parece que estas TMS standard, son eso: "estándar", comunes y corrientes; nada superlativas y por lo tanto, limitadas, como cualquier futbolista mortal comparado con Messi o Maradona (antes de la adicción). 


¿Por qué? Porque están limitadas a la activación de regiones corticales, pero sólo hasta una profundidad de unos 1,5 cm. Por lo tanto, en el tratamiento de la depresión, por ejemplo, con un sistema TMS estándar, el sistema límbico, que está relacionado con la regulación del estado de ánimo y por lo general a más de 1,5 cm, es sólo indirectamente afectado a través de los procesos secundarios que no son del todo efectivos.

Aplicaciones Potenciales de Deep TMS
La tecnología de Deep TMS, permite la excitación o inhibición de prácticamente cualquier estructura cerebral, en una región profunda o cortical. Por lo tanto, una amplia gama de trastornos cerebrales pueden, potencialmente, ser tratados con esta técnica no invasiva.

En principio, cualquier trastorno cerebral asociado con una actividad patológica de un sitio específico del cerebro, puede ser tratado con la estimulación repetida del Deep TMS, aprovechando la plasticidad cerebral.

Cierto, esto nos trae a la memoria aquella escena descollante del film "Hombre mirando al Sudeste" (Eliseo Subiela, 1986, Argentina), donde el protagonista[2], que aseguraba ser enviado de otro planeta para estudiar 'la estupidez humana', ya en el laboratorio del psiquiatra[3], en el Hospital (otra vez el Hospital Borda, de Buenos Aires) y frente a un cerebro, lo deshace con los dedos al tiempo que pregunta al psiquiatra –aficionado al saxo, que no es sexo aunque en el film sí lo es-: "¿Dónde está aquí (en el cerebro) esa tarde dónde sintió por primera vez el amor de una mujer, Doctor?". La escena es fuerte:



Dejando de lado, aunque no del todo, las brillantes críticas de este film amparado en las críticas no menos certeras y brillantes de la anti-psiquiatría[4] en lo referido a enfermedades o problemas específicos de su campo, tales como la bi-polaridad o la esquizofrenia, veamos que dicen los científicos del Weizman y de BRAISNWAY.

Las aplicaciones de su dispositivo podrían, según refieren, mejorar una amplia lista de problemas:
  •         Depresión grave
  •         Desorden Bi-Polar
  •         Obesidad
  •         Adicciones a drogas
  •         Parkinson
  •         Altzheimer
  •         Estrés pos-traumático -típico de las guerras- (PTSD)
  •         Déficit de atención
  •         Desórdenes de alimentación
  •         Epilepsia
  •         Migraña
  •         Autismo
  •         Esclerosis múltiple
Si bien Deep TMS se encuentra a la espera de la aprobación final del Food & Drug Administration (FDA) de EEUU, ya ha firmado un acuerdo de distribución en Chile, nada menos que el 1° de enero de este 2012. 


No obstante, en ninguno de los artículos que dan cuenta de la información sobre el acuerdo, cuyo origen es Globes Israeli's Bussines Arena, se consigna la empresa chilena adquiriente y solo se acota que posee una "tremenda experiencia en negocios de psiquiatría y farmacia y un extenso conocimiento en TMS".

Los ensayos clínicos están casi finalizados. Cuando Depp TMS reciba su "certificado de nacimiento" por parte de la FDA, en ese mismo instante Marcelo habrá tenido razón: la droga no era un pozo oscuro sino, algo que de tan lindo te atrapa para toda la vida; al tiempo que, claro, te va destruyendo y los ravioles y el chocolate son irresistibles. Pero su inocencia será premiada. Y tendrá una solución.

Solo resta saber qué dirían los masters de la antipsiquiatría como Ronald Laing, su compinche David Cooper y los no menos compinches GillesDeleuze y Felix Guattari. Pero me temo que esto nunca lo sabremos.

Fuentes:
Dr. Abraham Zangen: e-mail: a.zangen@weizmann.ac.il
Website Brainsway
Waizman Institute
La historia de 'Marcelo' sucedió mientras fui su acompañante terapéutico en el Hospital Borda, hacia 1986.
Las otras fuentes están consignadas.


[2] Rantés, interpretado por Hugo Soto
[3]  Dr. Julio Denis, interpretado por Lorenzo Quinteros
[4]  Véase: "El Antiedipo" de Deleuze y Guattari y la obra de Laing.